"RELATOS PARA PENSAR"

Les agradezco estar leyendo este blog.
Mi nombre es MATIAS y creo, que a las personas que hayan vivido malas experiencias , clavadas en lo mas profundo de su ser, siendo criaturas, en etapas preadolescentes o ya jóvenes adolescentes, como también algún adulto, la escritura, puede llegar a servir para liberar esas vivencias negativas. Sean contadas como realmente hayan sucedido o por ahi mezclando otras vivencias o actividades imaginadas.
La misma, logra que el realizador, comparta sueños, fantasías, ideas y hasta en ocasiones vivencias.
Al plasmarlas, en ocasiones, se logra soltar lo negativo tirarlo a la basura, para que ese espacio sea ocupado por algo positivo.
Los invito a soltar toda la mierda de adentro, si la han tenido, hasta sentir que sacan esas mochilas e incorporan otros objetos, que puedan llenarlos de paz, compartir fantasías, morbos, vivencias y alegrias.

Espero que todos estemos felices de compartir nuestras experiencias o fantasías
"Bajo la oscuridad y el silencio del anonimato de muchas personas, he comprobado que hay curiosidad por ver lo que en la misma sociedad del individuo, está prohibido, existiendo también una atracción hacia lo desagradable o hacia lo malvado. O sea una gran atracción hacia la morbosidad. No es mi función, juzgar lo que está bien o está mal, sólo quiero contar que en éste blog no existe aún, ni es mi deseo que exista, algún texto que hable por ejemplo sobre "un padre, abuelo, tío, que abuse de su hijo, nieto, sobrino, o viceversa" o cualquier otro texto que hable sobre perversiones de avanzada edad hacia niños. Repito, no juzgo pero no lo comparto. En éstos relatos, leerás experiencias personales, sufridas o hechas, que quise compartir, como espero que lo hagan uds, mandándome sus propias experiencias a mi mail para publicarlas. Aclaro que como lector de relatos, aprendí que al escribirlos se le debe poner algún condimento extra, de modo tal que resulten atractivos, sin dejar de tener mas de un 90 % de realidad. Quizá también en alguno fusione experiencias vividas en distintos momentos, que solitarias no significan nada y en conjunto son importantes."

VISITAS

lunes, 11 de septiembre de 2017

Deseoso por chupar

A los trece, ingresé en un colegio secundario donde, junto al estudio, había que realizar actividades extraescolares, tanto artísticas como deportivas. Una de ellas era natación. En ésta, luego de terminar la clase con veintiocho compañeros, en el vestuario, debíamos ir en tandas de ocho personas a bañarnos, pués solo existía ésta cantidad de duchas que estaban dispuestas en dos filas de cuatro enfrentadas. Ninguna disponía de cortina o puerta, de modo que si uno tenía la suerte de estar en alguna del medio, podia ver cuatro cuerpos de chicos que estuvieran lavándose enfrente. 

Casi siempre fuimos los mismos ocho, que ingresabamos bajo la lluvia, ya que eramos los mejores del grupo, lo que nos permitía lograr los objetivos propuestos por el profesor, en menor tiempo, pudiendo terminar antes. En el vestuario, ingresabamos a bañarnos y nos mirabamos los penes que, a nuestros trece o catorce años, tenían un tamaño promedio de 15 o 16 cm.
Solo uno, Fernando, nos superaba tanto en largo como en ancho y le encantaba presumir de su mayor desarrollo. Se enjabonaba, se acariciaba masturbándose, mirando, mostrandonos su gran pedazo, siendo motivo para comentarios y cargadas mutuas de todo tipo o de alguna de mis varias fantasías plasmadas en masturbación. 

En las duchas me ubicaba frente a Martín, compañero de estudio, banco, salidas, observando disimuladamente el miembro que frecuentemente se le paraba estando bajo el agua. Cuando nos cambiábamos, trataba de hacerlo cercano a él, sin incinuaciones pero luego fantaseando con tenerla dentro mío. A decir verdad, fueron múltiples las situaciones que estuvimos jugando uno arriba de otro en una cama como si lucharamos, rozando o apoyandonos, terminando siempre con nuestras vergas a full sumando lo agitado de nuestras respiraciones, inclusive cada vez que fuimos a quedarnos a la casa de otro compañero, dormimos juntos cola con cola compartiendo una o dos plazas, siendo otro motivo de mis pajas constantes.

Vivía caliente todo el día, las actividades que hacíamos, los juegos, hasta cuando estudiábamos, imaginaba en algún momento, a mi compañero, pidiéndome que se la chupara, inclusive me ratoneé con él, en alguna orgía con los ocho de la pileta, descubriéndonos en pleno sexo oral en los bancos del vestuario, con final de penetración y mamada masiva. 

Mi amigo, estuvo vigente en todas las fantasías hasta que apareció Gabriel. 

"Chiqui", le deciamos por ser el más pequeño en cuerpo y edad de los del barrio. Lo conocí y nos hicimos amigos, el verano anterior al comienzo del secundario, un día que nos juntamos varios a limpiar un terreno de pastos altos con basura, para poder armar una especie de potrero multiuso ya que era de grandes dimensiones e inclusive en una parte de su superficie, tenía un piso de cemento, que serviria de cancha de basquet, voley o tenis. Trabajamos duro por una semana hasta que tuvimos lo que queríamos, armando un lugar donde nuestros padres se quedaban tranquilos y nosotros podíamos hacer varios deportes sin estar en el medio de la calle, o molestando a alguien en la puerta de su casa.

Llegaron las vacaciones de invierno, el primer domingo precisamente y desde la mañana empecé a llamar por teléfono a los de mi curso, inclusive Martín, para salir o hacer algo, obteniendo como respuesta que la mayoría había viajado o salido a pasear con su familia. Como segundo recurso, agarré la pelota de basquet y fui para "la cancha" encontrando sólo a Chiqui. Al llegar lo vi tratando de treparse a una pared, me saluda comentándome que había escuchado gritos de una mujer pidiendo aparentemente a otra persona que la cogiera, que le diera mas, que era su puta, entre otras cosas. Despúes de su alocución, Gaby me pide que lo ayudé a subirse para poder ver.
Me apoye contra la pared, frente a él, flexionando un poco las rodillas, crucé mis manos en forma de silla, dejando que pusiera su pie derecho encima, de ésta manera pudo llegar a pasar por unos centímetros, el límite del paredón, obteniendo una vision de lo que empezaba a escucharse nuevamente. Efectivamente eran los vecinos del lugar, teniendo sexo en su parque, seguramente pensando que nadie los oiría o peor aún, vería. 

Lo levanto un poco mas diciendo que se ponga arriba mio como si fuera caballito pero de frente y no por la espalda, de forma tal que su sexo queda pegado a mi rostro debajo de los labios. Cuando termina de acomodarse, coloco mis manos en forma de bandeja sosteniendo su cola. Huelo perfume de talco mezclado a un leve olor a orina. Tenerlo de esa manera, comienza a excitarme. 

Gabriel relataba lo que veía y su bulto empezaba a pararse. Me encontraba en una situación que no pude dominar, empujé su cuerpo a mi boca y sobre el jogging, empecé dando pequeños mordiscos a ese pedazo algo pequeño pero muy duro. Le gustaba lo que hacia sobre su pantalón porque se quedó quieto y me dejó seguir entonces en vez de dientes usé los labios o besaba todo ese sector ocupándome por casi cinco minutos hasta que pidió bajar de mis hombros. 
Comentó que sintió una especie de corriente subiendo en su cuerpo terminando en escalofríos, que además provocaron ganas de hacer pis. Lo tránquilicé diciendo que seguramente habría eyaculado, explicando lo normal del hecho de tirar semen despues de chuparsela, besarla y le iba a ocurrir pajeandose o cogiendo. Pregunté si se animaba hacerlo nuevamente pero desnudos, proponiendole que si tambien deseaba, probara la mía o que hicieramos todo lo que había visto. Dudó un poco por ser dos "hombres", lo que alegué que igualmente no pensaba contárselo a nadie, solo importaba si le había gustado o no, que a mi sí y tenía muchas ganas de repetir. Con mi contestación fui convincente pues su segunda frase se refería al lugar donde lo haríamos.

Propuse un lugar en construcción que hacía varios meses, estaba abandonado, a cien metros de distancia, obra que nos dirigimos enseguida. El segundo piso sirvió para estar tranquilos y ponerme de cuclillas frente a mi amigo bajándole la ropa, interior incluida hasta los tobillos, liberando su pijita mojada y babeante, seguro por lo hecho en el baldío. Rodeada por mis dedos, tiré el prepucio para atrás dejando libre la cabeza que chupé unos segundos. Al bajar la mano para acariciarle los testículos se la engullí entera. Mi nariz chocó con el pelaje que recién empezaba a crecer. Metí y saqué veinte veces ese falo de mi boca en distintas velocidades como lo hacían en las primeras peliculas porno que tiempo antes, había comenzado a ver, limpié todo rastro de leche tirada anteriormente pero no pude seguir porque escuchamos un ruido. Él quería mas, había empezado a tener la misma sensación anterior. Yo tambien estaba muy caliente y lo invité a casa.  

Tuvimos suerte, mis padres habían salido al mediodía dejando una nota avisando que regresarían para el anochecer, la única que permanecía dentro era mi abuela durmiendo la siesta. Tomé las llaves del garage que se encontraba separado de la casa, entramos, acomodé una colchoneta, me arrodillé nuevamente ante Gaby, once años, cinco centímetros mas, del metro y medio de estatura, muy flaquito, bajé sus pantalones de gimnasia, el slip y sin decir nada, puse en mi boca, la verga dura que minutos antes había probado.
La tomé con la mano derecha mirándo, deseándola. Subí mis ojos a los suyos preguntándole si le gustaba, me tomó de los pelos por detrás de la cabeza, metiéndomela toda en la boca, haciendo fuerza hacia su sexo, diciéndome que le encantaba. Ese accionar pudo con mi morbo y acabé, pero Gabriel siguió un minuto más, hasta preguntar que tenia que hacer porque estaba sintiendo nuevamente la corriente, aceleré el ritmo de la cogida en mi boca, me tomó nuevamente fuerte de los pelos y sin ganas de liberarme sentí su semen caliente que bañó mi paladar, lengua y garganta, mientrás que de su boca salían pequeños gemidos de placer. Al instante sin soltarme los pelos la sacó de entre mis labios, me miró y dijó que le encantaba y queria probar de chupármerla, nueva proposición que hizo ponerme al palo enseguida. 

Me encontraba tán excitado que cuando me la empezó a acariciar y se la puso en la boca no llegaron a pasar diez segundos que, ésta vez, era yo quien entregaba la leche, con la diferencia que no fue de su agrado, escupiendo todo sobre la colchoneta, comentando el asco que le había dado.

Mi morbo se había transformado en la voz interior que pedía mas, que Chiqui no se fuera, asi que como era temprano lo invité a quedarse a jugar con la compu. Sin perder tiempo la armé sobre una mesa, le enseñé a jugar al fútbol y cuando le tocó el turno de hacer goles me agache al piso, lo desnudé y nuevamente se la empecé a chupar mientras se encontraba sentado, jugando. Al minuto abandonó el futbol virtual diciendo que por ese momento, los juegos no le importaban por lo bien que se estaba sintiendo, resultado de la mamada que le estaba propinando. Ésta vez, su venida tardó un poco mas que la anterior y como si tuviese experiencia de mucho tiempo, me pidió que le mostrase la lengua en el momento que vaciaba su contenido. Ahí me explicó que eso, es lo que había visto sobre mis hombros en el terreno, excitándolo. La acabada no fue en mucha cantidad pero a los dos nos encantó y quedamos de acuerdo que al día siguiente vendría al mediodía, cuando mis padres se fueran a trabajar, para seguir "jugando con la compu".

Éstas prácticas fueron a lo largo de una semana seguida y muchas veces al día con lo cual saciábamos nuestro hambre de chupar y ser chupado, probando todas las formas de hacerlo, hasta que le preguntó a su hermano mayor si estaba bien que dos hombres tuvieran sexo, contestándole que eso era de putos y que estaba mal. El alegato del hermano lo convenció porque la amistad que habíamos hecho se rompió y cada vez que nos cruzabamos en el terreno, él se iba. 

Ésta experiencia fue motivo para varios años de paja pensando en esa pija en mi boca. Luego vinieron otros hechos que en otra ocasión contaré.